De acuerdo
con estadísticas de la OIT, 6.300 personas mueren cada día en consecuencia de
accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
Los elevados índices de siniestralidad en la industria de la Construcción
están directamente relacionadas con el gran número de actividades y entornos de
esta industria, como por ejemplo: la actuación en ámbitos geográficos dispersos
y diversos, procesos operativos con necesidades de ajustes constantes durante
la operación, elevada rotación del personal, la entrada y salida de diversos
contratistas y subcontratistas, entre otras. Estas condiciones asociadas a una
Supervisión en muchas ocasiones sub-estándar, el desconocimiento de la
normatividad y las presiones por el término de obra genera un entorno complejo.
La Seguridad
es competencia del empleador en primer término, pero debe ser una
responsabilidad compartida entre todos los interesados, incluyendo la
autoridad, empleados, obreros y contratistas, etc. Todos tienen responsabilidades
en el cuidado de sus vidas, la de sus compañeros y los bienes materiales. Una
mano de obra capacitada permanentemente y trabajando en condiciones laborales
adecuadas, es una inversión que supone el
cumplimiento de la legislación, y se convierte en un factor de competitividad y reducción de costos.
Cada días es más claro la necesidad de que las Organizaciones cuenten con modelos de gestión integrales, que posibiliten formas de trabajo que entreguen CALIDAD, SEGURIDAD, CUIDADO CON EL MEDIO AMBIENTE, AHORRO DE ENERGÍA, ETC...
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